Hola, ¿cómo están? Bienvenidos a una nueva entrega! En esta oportunidad queremos seguir profundizando en temas que veníamos cubriendo en notas anteriores: cómo se presenta el ciclismo en este momento de pandemia y qué perspectivas podemos tener para cuando esto termine.
Una de las razones que nos ha llevado a seguir con la misma temática es el hecho de que en el mundo nuevos acontecimientos y anuncios van actualizando la visión que podemos tener de la bicicleta en el presente. Tanto especialistas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacan a la bicicleta como parte de la solución y contención a la situación actual, así también como un plan concreto para el futuro.
Una de las evidencias más claras del cambio de visión e importancia que se le da a la bici, es que en Buenos Aires legisladores propusieron el lanzamiento de una línea de créditos para que los vecinos de la ciudad puedan acceder a este medio de transporte. Los mismos resaltaron que es una alternativa sustentable, flexible y económica de transporte, que reduce costos, descongestiona el tránsito, implica un ahorro energético, reduce las emisiones contaminantes y en consecuencia contribuye a la mejora en la calidad del ambiente urbano. Además brinda un bienestar personal e individual proporcionando actividad física que, debido al estilo de vida sedentario actual, es necesaria para llevar una vida saludable.
La necesidad de plantear actividades físicas saludables cobra más relevancia en este momento en que el teletrabajo, trabajo a distancia o homeoffice son moneda corriente y parecen haber llegado para instalarse como nueva forma de producción y organización social.
La OMS se refirió al tema con la siguiente declaración: «Siempre que sea posible, considere andar en bicicleta o caminar: esto proporciona distancia física mientras ayuda a cumplir con el requisito mínimo para la actividad física diaria, que puede ser más difícil debido al aumento del homeoffice y el acceso limitado al deporte y otras actividades recreativas» Destacan que esto depende de las restricciones que cada país y región esté atravesando, pero que en caso de que sea indispensable desplazarse lo mejor sería salir en bicicleta.
Otro de los factores que ha cobrado relevancia a través de los cambios impuestos los últimos meses es la bicicleta como medio de transporte más accesible y equitativo. La bicicleta, como medio de transporte, es más económico que cualquier otro, y en un momento en el que las economías se ven severamente afectadas, la bicicleta propone una forma posible para mucha gente.
Otro hecho que nos indica que hay un cambio de postura es la actitud de diversos gobiernos que invierten y desarrollan la infraestructura para el desarrollo del ciclismo como medio de transporte. En ciudades como Barcelona, París, Bogotá y Lima se está apostando fuerte. En muchas ciudades se han organizado ciclovías temporales para contener y dar espacio a las personas que se transportan, a la vez que se siguen pavimentando y proyectando más kilómetros de ciclovías permanentes. Se han presentado créditos para la reparación de bicicletas y se comienza a pensar el ciclismo como el principal medio de transporte urbano.
El cambio de paradigma parece inminente, y debido a la situación apremiante los cambios parecen acelerarse estrepitosamente, pero eso nos da dimensión del trayecto que falta para lograr la infraestructura necesaria para el correcto desarrollo de este plan. Además de una fuerte inversión en infraestructura y comunicación, hace falta recorrer el camino del cambio cultural por el cual la mentalidad social impulsará esta nueva forma de movernos por nuestro territorio.
Qué papel creen que interpretará la bicicleta en el transporte en el futuro cercano? Y a largo plazo? Dejen sus comentarios para enriquecer el debate.
Esperamos que estén pasando este momento de la mejor forma posible, y que pronto nuestros caminos se encuentren pedaleando hacia nuevos rumbos!
Nos vemos en la próxima!
Saludos!