27Sep

Ciclismo de gravel: la actividad que funciona para todos y es furor

En los Estados Unidos, las bicicletas de aventura encabezan el crecimiento con una suba del 100% en dos años; por qué cada vez más personas eligen este deporte que combina lo mejor de dos mundos.

Es más accesible que el ciclismo de montaña y más interesante que el ciclismo de ruta. En pocas palabras, el ciclismo gravel es andar en caminos no pavimentados. Parecido al ciclismo más extremo en su amplio repertorio de terrenos por explorar, y al ciclismo rutero en su posible amenidad.

Cuando comenzó la pandemia Shequaya Bailey se compró una bicicleta de gravel y, harta de la reclusión que se veía venir, salió a recorrer. En un diálogo con The New York Times reveló que su primer viaje fue agotador. Pero menos de tres meses después, emprendió otro viaje. “Pasé la mayor parte del tiempo dejando que mis pensamientos divagaran”.

No es menor el dato de que Bailey fue ciclista durante años, y de hecho presidía el club de ciclismo Major Taylor de Pittsburgh. Así y todo, necesitaba salirse de su rutina por más activa que fuese, y emprender nuevos desafíos.

Aunque el concepto de ciclismo de gravel existió desde que se inventó la bicicleta, ya que siempre hubo gente que eligió quedarse con un híbrido entre lo extremo y lo liso, el término se creó en algún momento de la última década, y se potenció en el último tiempo. Según The New York Times, hoy las bicicletas de gravel -también conocidas como bicicletas de aventura- son uno de los sectores de más rápido crecimiento en la industria en Estados Unidos, habiendo registrado un aumento de más del 109% en el período de 2019-2021. Para dar un ejemplo concreto, Unbound, una carrera de esta categoría en Emporia, Kansas, pasó de tener 2600 ciclistas en 2021 a 4000 en 2022.

Considerando que, según el Departamento de Transporte de Estados Unidos, hay más de tres millones de kilómetros de caminos sin pavimentar en este país –incluyendo caminos agrícolas rurales en la región del Medio Oeste, rutas madereras en las Montañas Rocosas, caminos petroleros olvidados en el desierto del suroeste, y vías férreas varias convertidas a lo largo de la costa este- el dato del crecimiento de este sector bicicletero especialmente en los últimos años cobra un sentido especial: durante la pandemia, la reclusión social sumada a la imposibilidad de viajar al exterior por períodos prolongados de tiempo dio pie a que la gente busque activar su vida a través del ejercicio, y del conocer lugares nuevos, y montarse en una bici y explorar la tierra propia se manifestó como una opción muy digna, y accesible.

Tanto ciclistas experimentados como novatos en el rubro se embarcan en este deporte porque es un punto medio perfecto para las incomodidades de los dos extremos (ruta o montaña), y porque brinda la flexibilidad de poder cambiar de opinión y de sendero en cualquier momento. “Es perfecto para las masas”, explicó la corredora profesional Sarah Sturm al New York Times. “Es aventurero, te aleja de los autos de la ruta y te pone en contacto con la naturaleza”.

Para Bailey, como para tantos otros, la bici de gravel amplió su “comodidad, acceso y tranquilidad”. Segun corto al New York Times, con cuatro días de pedaleo recorrió más de 500 km de Pensilvania a Washington DC, pasando por bosques caducifolios, ciudades históricas, cuevas, y hasta por las Grandes Cataratas de Virginia.

¿En qué se diferencia una bicicleta de gravel de otras bicicletas?

Esencialmente en las ruedas, el manubrio, y las marchas. Sus cuadros son ligeros como los de las bicis de ruta para velocidad, pero tienen las marchas bajas de las de montaña para poder subir terrenos más empinados sin requerir de tanto esfuerzo físico. Por su parte, las ruedas son más anchas que las de velocidad y con mejor agarre, aunque no tan grandes y lentas como los de las bicicletas de montaña.

El otro sello distintivo es el manubrio en caída, curvo hacia abajo, rígidos y con múltiples posiciones de manos; brinda un frenado más fuerte en las bajadas, mientras permite mantener una forma más aerodinámica en recorridos largos.

En definitiva, se habla de una bicicleta que toma las características más funcionales y prácticas de los otros dos modelos, ampliando las posibilidades de uso de una bici normal para lograr también trayectos no pavimentados o accidentados de larga distancia.